Barcelona no tuvo un buen comienzo en la Liga de España, perdió como visitante con el recién ascendido Numancia y empató con el Racing de Santander en el Camp Nou.
Pero no hay problemas cuando el encuentro corresponde a la Champions League, al menos no por ahora. Es verdad que el equipo es tan ofensivo como lo pretende el técnico Pep Guardiola, pero el Barça no puede definir las situaciones que genera. Samuel Eto'o y Thierry Henry aún intentan adaptarse a un equipo que propone jugar a los toques con el balón en el piso.
Mientras, que el Sporting de Lisboa no dio la talla para jugar en la casa del Barcelona. Es que lo mejor de los portugueses se vio más por dudas de los locales que por méritos propios.
Guardiola plantó un esquema ofensivo tanto por la táctica (3-4-3) como por los jugadores que eligió para el partido: Los tres del fondo fueron Gerard Piqué, Rafael Márquez y Carles Puyol por la izquierda. Es así, Puyol juega donde el Barça lo necesite, es que si algún día faltan delanteros también ocupará ese lugar.
Más adelantado por el sector jugó Dani Alves, y entre Piqué y Seydou Keita se encargaron de cubrirle la espalda. Es que el brasileño va muy bien, pero no vuelve y a veces se vuelve un arma de doble filo. Además de Alves, jugaron en el mediocampo el nombrado Keita (mediocampista central), Xavi como doble cinco más adelantado y Andrés Iniesta que jugó por la izquierda.
Arriba estuvieron Lionel Messi por derecha, Henry quien jugó por el sector izquierdo y bajó a la posición de mediocampista cuando el Barça defendía, y como centrodelantero Samuel Eto'o.
El primer gol del conjunto de Guardiola llegó de pelota parada a los 21 minutos. Un córner pateado por Xavi y el mexicano Rafa Márquez sin marcas cabeceó al segundo palo para poner el primero.
Todo parecía encaminarse, pero el Barcelona tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para conseguir otro gol. Fue a los 60 minutos y esta vez de penal, fue Eto'o quien ejecutó la falta que le habían cometido a él mismo.
Pero doce minutos después, el Sporting descontó con un gol de Tonel. Es que el Barça dominaba en el juego pero no liquidaba el encuentro. De todas formas, sólo fue un susto que sirvió para ponerle un poco más de suspenso al partido.
En el minuto 87 cuando parecía que todo había concluido, Iniesta puso un pase fenomenal para Xavi, que hizo lo que había hecho durante todo el encuentro, se metió entre los centrales y colocó el 3 a 1, para alegría de los cules y para tranquilidad de Guardiola.
En este juego de toque que Barcelona propone, siempre hay alguien que se destaca, en este caso Andrés Iniesta fue la figura. Es que dio una mano importante en defensa y cuando era su equipo el que tenía la pelota, supo elegir la jugada que más convenía: siempre se mostraba libre, hizo amagues, tiro paredes y habilitó a sus compañeros al gol, incluido el pase a Xavi para el tercero de los catalanes.
El Barça hizo lo que debía, ganó el primer encuentro y consiguió un respiro tras el mal arranque en la liga. Ahora lidera el grupo C junto al Shakhtar que le ganó al Basilea como visitante.
Pero no hay problemas cuando el encuentro corresponde a la Champions League, al menos no por ahora. Es verdad que el equipo es tan ofensivo como lo pretende el técnico Pep Guardiola, pero el Barça no puede definir las situaciones que genera. Samuel Eto'o y Thierry Henry aún intentan adaptarse a un equipo que propone jugar a los toques con el balón en el piso.
Mientras, que el Sporting de Lisboa no dio la talla para jugar en la casa del Barcelona. Es que lo mejor de los portugueses se vio más por dudas de los locales que por méritos propios.
Guardiola plantó un esquema ofensivo tanto por la táctica (3-4-3) como por los jugadores que eligió para el partido: Los tres del fondo fueron Gerard Piqué, Rafael Márquez y Carles Puyol por la izquierda. Es así, Puyol juega donde el Barça lo necesite, es que si algún día faltan delanteros también ocupará ese lugar.
Más adelantado por el sector jugó Dani Alves, y entre Piqué y Seydou Keita se encargaron de cubrirle la espalda. Es que el brasileño va muy bien, pero no vuelve y a veces se vuelve un arma de doble filo. Además de Alves, jugaron en el mediocampo el nombrado Keita (mediocampista central), Xavi como doble cinco más adelantado y Andrés Iniesta que jugó por la izquierda.
Arriba estuvieron Lionel Messi por derecha, Henry quien jugó por el sector izquierdo y bajó a la posición de mediocampista cuando el Barça defendía, y como centrodelantero Samuel Eto'o.
El primer gol del conjunto de Guardiola llegó de pelota parada a los 21 minutos. Un córner pateado por Xavi y el mexicano Rafa Márquez sin marcas cabeceó al segundo palo para poner el primero.
Todo parecía encaminarse, pero el Barcelona tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para conseguir otro gol. Fue a los 60 minutos y esta vez de penal, fue Eto'o quien ejecutó la falta que le habían cometido a él mismo.
Pero doce minutos después, el Sporting descontó con un gol de Tonel. Es que el Barça dominaba en el juego pero no liquidaba el encuentro. De todas formas, sólo fue un susto que sirvió para ponerle un poco más de suspenso al partido.
En el minuto 87 cuando parecía que todo había concluido, Iniesta puso un pase fenomenal para Xavi, que hizo lo que había hecho durante todo el encuentro, se metió entre los centrales y colocó el 3 a 1, para alegría de los cules y para tranquilidad de Guardiola.
En este juego de toque que Barcelona propone, siempre hay alguien que se destaca, en este caso Andrés Iniesta fue la figura. Es que dio una mano importante en defensa y cuando era su equipo el que tenía la pelota, supo elegir la jugada que más convenía: siempre se mostraba libre, hizo amagues, tiro paredes y habilitó a sus compañeros al gol, incluido el pase a Xavi para el tercero de los catalanes.
El Barça hizo lo que debía, ganó el primer encuentro y consiguió un respiro tras el mal arranque en la liga. Ahora lidera el grupo C junto al Shakhtar que le ganó al Basilea como visitante.
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