Manchester United y Barcelona serán los dos grandes protagonistas de la final de la Champions League en el Estadio Olímpico de Roma, el próximo 27 de mayo.
El encuentro entre ingleses y españoles tendrá como condimento especial, el duelo entre los dos mejores jugadores del mundo, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Los “Diablos Rojos” dejaron atrás a Arsenal con cierta comodidad. Tras haber vencido 1-0 en la ida, ganaron 3 a 1 en su visita al Emirates Stadium.
Por su parte, el Barcelona tuvo un enfrentamiento mucho más complicado ante Chelsea. El primer partido en el Camp Nou terminó 0-0. Y en la vuelta fue un empate 1 a 1 lleno de polémicas, que les dio el pase a los catalanes a su sexta final de Champions.
Los “Diablos Rojos” dejaron atrás a Arsenal con cierta comodidad. Tras haber vencido 1-0 en la ida, ganaron 3 a 1 en su visita al Emirates Stadium.
Por su parte, el Barcelona tuvo un enfrentamiento mucho más complicado ante Chelsea. El primer partido en el Camp Nou terminó 0-0. Y en la vuelta fue un empate 1 a 1 lleno de polémicas, que les dio el pase a los catalanes a su sexta final de Champions.
El Campeón Es Finalista
En el primer turno, el Manchester United se encaminó rápidamente rumbo a la final de Roma, ya que a los 11 minutos de juego ya vencía por 2 a 0 al Arsenal.
Los Gunners arrancaron con todo, pero los dirigidos de Ferguson les asestaron un duro golpe que los desmoronó anímicamente. El brasileño Anderson metió un pase en profundidad para Cristiano Ronaldo, el portugués corrió hasta el fondo y metió un centro atrás. Y tras un fallo de Kieran Gibbs en el cierre (se resbaló y no pudo despejar), el coreano Ji-Sung Park aprovechó para marcar el 0-1 (’8).
Cristiano Ronaldo marcó de tiro libre el segundo gol del United (’11) gracias a su particular forma de pegarle al balón. La pelota viajó en línea recta hacía el arco describiendo una parábola (subió y bajó) y se metió junto al palo izquierdo del arco defendido por Manuel Almunia.
El resto del partido fue realmente anecdótico, el equipo de Arsene Wenger no pudo dominar nunca a su rival en los 180 minutos de la serie. Y el Manchester United impuso su experiencia tanto de local como de visitante.
Ya en la segunda parte, los “Diablos Rojos” hicieron un gol del manual de los contraataques. Después de un corner a favor del Arsenal, Cristiano Ronaldo le sirvió la pelota a Park, el coreano corrió hasta la mitad de la cancha y abrió hacia la izquierda con Wayne Rooney. Y el inglés puso la pelota al medio para Ronaldo (venía a toda velocidad) que marcó el 0-3 (’61).
Minutos después, Cesc Fábregas quedó de cara al gol pero fue derribado por el escocés Darren Fletcher. El árbitro Roberto Rosetti no dudó en sancionar el penal a favor del Arsenal y expulsar al hombre del United (Fletcher se perderá la final). Y el holandés Robin van Persie se encargó de batir desde los doce pasos a su compatriota Edwin van der Sar (’76).
El Manchester United rompió un invicto de 24 partidos sin caídas como local del Arsenal en Champions. Y ahora, sólo el Barcelona separa a los de Ferguson de su sueño de defender el título obtenido el año pasado ante Chelsea en Moscú.
En el primer turno, el Manchester United se encaminó rápidamente rumbo a la final de Roma, ya que a los 11 minutos de juego ya vencía por 2 a 0 al Arsenal.
Los Gunners arrancaron con todo, pero los dirigidos de Ferguson les asestaron un duro golpe que los desmoronó anímicamente. El brasileño Anderson metió un pase en profundidad para Cristiano Ronaldo, el portugués corrió hasta el fondo y metió un centro atrás. Y tras un fallo de Kieran Gibbs en el cierre (se resbaló y no pudo despejar), el coreano Ji-Sung Park aprovechó para marcar el 0-1 (’8).
Cristiano Ronaldo marcó de tiro libre el segundo gol del United (’11) gracias a su particular forma de pegarle al balón. La pelota viajó en línea recta hacía el arco describiendo una parábola (subió y bajó) y se metió junto al palo izquierdo del arco defendido por Manuel Almunia.
El resto del partido fue realmente anecdótico, el equipo de Arsene Wenger no pudo dominar nunca a su rival en los 180 minutos de la serie. Y el Manchester United impuso su experiencia tanto de local como de visitante.
Ya en la segunda parte, los “Diablos Rojos” hicieron un gol del manual de los contraataques. Después de un corner a favor del Arsenal, Cristiano Ronaldo le sirvió la pelota a Park, el coreano corrió hasta la mitad de la cancha y abrió hacia la izquierda con Wayne Rooney. Y el inglés puso la pelota al medio para Ronaldo (venía a toda velocidad) que marcó el 0-3 (’61).
Minutos después, Cesc Fábregas quedó de cara al gol pero fue derribado por el escocés Darren Fletcher. El árbitro Roberto Rosetti no dudó en sancionar el penal a favor del Arsenal y expulsar al hombre del United (Fletcher se perderá la final). Y el holandés Robin van Persie se encargó de batir desde los doce pasos a su compatriota Edwin van der Sar (’76).
El Manchester United rompió un invicto de 24 partidos sin caídas como local del Arsenal en Champions. Y ahora, sólo el Barcelona separa a los de Ferguson de su sueño de defender el título obtenido el año pasado ante Chelsea en Moscú.
Cerebro Y Corazón
Por otra parte, el duro choque entre Chelsea y Barcelona en Stamford Bridge finalizó 1 a 1, clasificando al equipo de Pep Guardiola por el gol en condición de visitante.
Por otra parte, el duro choque entre Chelsea y Barcelona en Stamford Bridge finalizó 1 a 1, clasificando al equipo de Pep Guardiola por el gol en condición de visitante.
Los de Guus Hiddink debieron estar en la final de Roma, pero se vieron condicionados por un mal arbitraje del noruego Tom Henning Ovrebo. Y un golazo de Andrés Iniesta los dejó afuera.
Los “Blues” se pusieron en ventaja cuando apenas iban 9 minutos. Tras una jugada entre Ashley Cole y Frank Lampard, un disparo de este último se desvió en Abidal y en el rebote, Michael Essien le pegó a la pelota como venía (un bombazo de volea) y marcó un verdadero golazo. El balón dio en el travesaño y se metió junto al palo derecho del arquero pese al esfuerzo de Víctor Valdés por desviarlo.
A partir del gol, el Chelsea se replegó ante un Barça que no tenía ideas. Y de contra pudo haber liquidado el pleito de no ser por un Valdés que se erigía como figura.
En el primer tiempo, Henning Ovrebo sancionó como falta afuera del área, lo que era un claro penal de Dani Alves sobre Florent Malouda.
Ya en la segunda parte, el árbitro noruego omitió otro penal en favor de Chelsea al juzgar como casual una mano grosera de Gerard Piqué.
Víctor Valdés mantenía a los hinchas culés con cierta esperanza. Porque evitó varias situaciones de gol, de las que se destaca un “mano a mano” a Didier Drogba.
A los 66 minutos, el árbitro noruego cometió un nuevo error al expulsar al francés Eric Abidal por una supuesta falta a Nicolas Anelka (juzgó que era una situación manifiesta de gol), cuando en realidad, el “Puma” se había caído solo.
Se había dado todo para que se repita la final entre Manchester United y Chelsea. Pero Andrés Iniesta cambió la historia en el minuto 93.
La jugada comenzó con un centro de Dani Alves (el único que el brasileño tiró bien en todo el partido) que John Terry no pudo sacar del área. Samuel Eto’o no pudo parar la pelota y Essien no pudo despejar. Messi se hizo del balón y tocó para el “Cerebro” Iniesta que con un derechazo se clavó en el ángulo izquierdo de Petr Cech (fue el único disparo del Barcelona que salió entre los tres palos).
Tras el gol agónico del Barça, el árbitro Henning Ovrebo no cobró un penal sobre la hora por mano de Eto’o tras un disparo de Michael Ballack. Luego de esa situación, Pep Guardiola metió a Eidur Gudjohnsen y a Sylvinho en lugar de Eto’o e Iniesta para congelar el partido.
A partir del gol, el Chelsea se replegó ante un Barça que no tenía ideas. Y de contra pudo haber liquidado el pleito de no ser por un Valdés que se erigía como figura.
En el primer tiempo, Henning Ovrebo sancionó como falta afuera del área, lo que era un claro penal de Dani Alves sobre Florent Malouda.
Ya en la segunda parte, el árbitro noruego omitió otro penal en favor de Chelsea al juzgar como casual una mano grosera de Gerard Piqué.
Víctor Valdés mantenía a los hinchas culés con cierta esperanza. Porque evitó varias situaciones de gol, de las que se destaca un “mano a mano” a Didier Drogba.
A los 66 minutos, el árbitro noruego cometió un nuevo error al expulsar al francés Eric Abidal por una supuesta falta a Nicolas Anelka (juzgó que era una situación manifiesta de gol), cuando en realidad, el “Puma” se había caído solo.
Se había dado todo para que se repita la final entre Manchester United y Chelsea. Pero Andrés Iniesta cambió la historia en el minuto 93.
La jugada comenzó con un centro de Dani Alves (el único que el brasileño tiró bien en todo el partido) que John Terry no pudo sacar del área. Samuel Eto’o no pudo parar la pelota y Essien no pudo despejar. Messi se hizo del balón y tocó para el “Cerebro” Iniesta que con un derechazo se clavó en el ángulo izquierdo de Petr Cech (fue el único disparo del Barcelona que salió entre los tres palos).
Tras el gol agónico del Barça, el árbitro Henning Ovrebo no cobró un penal sobre la hora por mano de Eto’o tras un disparo de Michael Ballack. Luego de esa situación, Pep Guardiola metió a Eidur Gudjohnsen y a Sylvinho en lugar de Eto’o e Iniesta para congelar el partido.
El conjunto dirigido por Pep Guardiola merecía pasar por su tarea en el torneo, pero de ninguna manera por lo hecho en el partido ante el Chelsea. Lo cierto es que los azulgranas están en la final ante Manchester United en Roma, en la que no podrán contar con Abidal y con Dani Alves (este último por acumulación de tarjetas amarillas).
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