En Stamford Bridge, Chelsea y Liverpool protagonizaron el mejor partido de la actual edición de la Champions League.
Fue un empate 4 a 4 con un resultado cambiante hasta el final, en el que los dirigidos por Rafa Benítez estuvieron en dos ocasiones a un solo gol de clasificar a las semifinales de la Copa de Europa. Pero fue el Chelsea el clasificado para enfrentar al Barcelona de Guardiola.
Cabe resaltar cuanto ha mejorado el Chelsea desde la llegada del técnico holandés Guus Hiddink, quien recuperó a un tremendo goleador como Didier Drogba (había tenido un nivel demasiado bajo durante toda la temporada), y al defensor Branislav Ivanovic (clave en el partido de ida con dos goles).
Por otro lado, Hiddink le dio una nueva función a Nicolas Anelka. El francés ya no tiene tanto lucimiento personal ni hace tantos goles como cuando el equipo era dirigido por Luiz Felipe Scolari, pero ahora es mucho más importante como jugador de equipo.
El Chelsea venía con una ventaja de 3 a 1 conseguida en Anfield Road, lo que obligaba al Liverpool a convertir tres goles y no recibir ninguno para clasificar sin necesidad de llegar a un probable alargue o la definición por tiros desde el punto penal.
La ventaja para los locales parecía muy importante y hasta definitiva. Sin embargo, a los 19 minutos de la primea parte, el brasileño Fabio Aurelio sorprendió a todos (sobre todo al arquero Petr Cech) y ejecutó un tiro libre directamente al arco cuando se esperaba el centro marcando el 1 a 0 para los “Reds”.
A los pocos minutos, el árbitro Luis Medina Cantalejo sancionó correctamente un penal por un agarrón de Ivanovic sobre Xabi Alonso. Y el mismo español se encargó de cambiar la falta por un gol que llenaba de ilusión a la gente del Liverpool (’28).
Ambos conjuntos tuvieron la chance de marcar en lo que restaba del primer tiempo pero se fueron al entretiempo con el 2-0 parcial.
Hace un par de meses atrás, muy probablemente el Chelsea se hubiera quedado afuera de la Champions. Pero a Hiddink le alcanzó con la charla del entretiempo para reanimar a un equipo que se veía desbordado por el Liverpool.
La reacción de los “Blues” no tardó en manifestarse en la cancha. Ya que apenas iniciada la segunda parte, Anelka desbordó y tiró un centro que Drogba apenas desvió, y con una gran complicidad del arquero Pepe Reina marcó el 1-2 (’51).
Acto seguido, el Chelsea gozaba de un tiro libre de cara al arco defendido por Reina. Y el brasileño Alex sacó un bombazo espectacular que hizo inflar las redes del arquero español igualando el encuentro (’57).
El 2 a 2, obligó al Liverpool a ir en busca del resultado y por ende se desprotegió en defensa. El Chelsea aprovechó esa situación y Frank Lampard tras pase de Drogba ponía el 3-2 a favor de los “Blues” (’76).
El resultado lucía lapidario para los de Rafa Benítez, pero Lucas Leiva con un disparo desde fuera del área (se vio beneficiado por un desvío en Michael Essien) y Dirk Kuyt de cabeza colocaban a Liverpool a un gol de la clasificación (’81 y ’82).
Fue Lampard, el capitán del Chelsea, quien selló un golazo para el 4 a 4 final (la pelota pegó en los dos palos antes de meterse en el arco visitante) cuando moría el encuentro (’89).
En el poco tiempo que restaba, el Liverpool hasta pudo haber conseguido otro gol pero la historia ya estaba escrita. Y finalmente fueron los “Blues” quienes alcanzaron una de las semifinales de la Champions League en un partido en el que los dos se fueron despedidos con aplausos.
Para destacar el sacrificio de ambos y las armas nobles que utilizaron para disputar un encuentro que ya se ha vuelto un clásico en Europa.
Cabe resaltar cuanto ha mejorado el Chelsea desde la llegada del técnico holandés Guus Hiddink, quien recuperó a un tremendo goleador como Didier Drogba (había tenido un nivel demasiado bajo durante toda la temporada), y al defensor Branislav Ivanovic (clave en el partido de ida con dos goles).
Por otro lado, Hiddink le dio una nueva función a Nicolas Anelka. El francés ya no tiene tanto lucimiento personal ni hace tantos goles como cuando el equipo era dirigido por Luiz Felipe Scolari, pero ahora es mucho más importante como jugador de equipo.
El Chelsea venía con una ventaja de 3 a 1 conseguida en Anfield Road, lo que obligaba al Liverpool a convertir tres goles y no recibir ninguno para clasificar sin necesidad de llegar a un probable alargue o la definición por tiros desde el punto penal.
La ventaja para los locales parecía muy importante y hasta definitiva. Sin embargo, a los 19 minutos de la primea parte, el brasileño Fabio Aurelio sorprendió a todos (sobre todo al arquero Petr Cech) y ejecutó un tiro libre directamente al arco cuando se esperaba el centro marcando el 1 a 0 para los “Reds”.
A los pocos minutos, el árbitro Luis Medina Cantalejo sancionó correctamente un penal por un agarrón de Ivanovic sobre Xabi Alonso. Y el mismo español se encargó de cambiar la falta por un gol que llenaba de ilusión a la gente del Liverpool (’28).
Ambos conjuntos tuvieron la chance de marcar en lo que restaba del primer tiempo pero se fueron al entretiempo con el 2-0 parcial.
Hace un par de meses atrás, muy probablemente el Chelsea se hubiera quedado afuera de la Champions. Pero a Hiddink le alcanzó con la charla del entretiempo para reanimar a un equipo que se veía desbordado por el Liverpool.
La reacción de los “Blues” no tardó en manifestarse en la cancha. Ya que apenas iniciada la segunda parte, Anelka desbordó y tiró un centro que Drogba apenas desvió, y con una gran complicidad del arquero Pepe Reina marcó el 1-2 (’51).
Acto seguido, el Chelsea gozaba de un tiro libre de cara al arco defendido por Reina. Y el brasileño Alex sacó un bombazo espectacular que hizo inflar las redes del arquero español igualando el encuentro (’57).
El 2 a 2, obligó al Liverpool a ir en busca del resultado y por ende se desprotegió en defensa. El Chelsea aprovechó esa situación y Frank Lampard tras pase de Drogba ponía el 3-2 a favor de los “Blues” (’76).
El resultado lucía lapidario para los de Rafa Benítez, pero Lucas Leiva con un disparo desde fuera del área (se vio beneficiado por un desvío en Michael Essien) y Dirk Kuyt de cabeza colocaban a Liverpool a un gol de la clasificación (’81 y ’82).
Fue Lampard, el capitán del Chelsea, quien selló un golazo para el 4 a 4 final (la pelota pegó en los dos palos antes de meterse en el arco visitante) cuando moría el encuentro (’89).
En el poco tiempo que restaba, el Liverpool hasta pudo haber conseguido otro gol pero la historia ya estaba escrita. Y finalmente fueron los “Blues” quienes alcanzaron una de las semifinales de la Champions League en un partido en el que los dos se fueron despedidos con aplausos.
Para destacar el sacrificio de ambos y las armas nobles que utilizaron para disputar un encuentro que ya se ha vuelto un clásico en Europa.
Otros Resultados:
Bayern Munich 1 - Barcelona 1
Arsenal 3 - Villarreal 0
Porto 0 - Manchester United 1
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